viernes, 21 de febrero de 2014

EDIFICIO RELIGIOSO-FUNERARIO Y DEPÓSITO ROMANO, LADERAS DE SAN JERÓNIMO


Me quedaban pendientes de visitar los restos del edificio religioso-funerario al sur de la cabecera norte de la pista de aterrizaje "del Marqués" y el depósito romano unos metros más al sur.  La visita húmeda del Ninfeo de Vallehermoso del martes, me ha costado un enfriamiento por culpa la mojada, que corrobora aquello de que "de los cuarenta para arriba...", y si le sumamos dos décadas y pico más pues eso.

Camino margen izquierdo arroyo Vallehermoso, por debajo del desaparecido puente

Cuando intenté llegar a los restos de la cabecera norte de la pista, bajando el arroyo de Vallehermoso hacia el sur, el citado martes, me encontré con un terreno impracticable, un fangal, que incluso me hacía temer quedarme allí clavado, más o menos de haber seguido el camino, podía haberme quedado como el hombre sembrado de la Película "Amanece que no es poco". A caballo o en un tractor a lo mejor, pero andando, era complicado. Llegué prácticamente a la salida del embarcadero de los toros de la ganadería de Ramón Sánchez en la finca de Laderas de San Jerónimo, pero en el margen izquierdo del arroyo de Vallehermoso.

Camino que viene del canal del Guadalmellato, por done iba a entrar en la zona

No me hubiera importado ya mojado cruzar el arroyo, es mojado sobre mojado, pero el problema es que el alambrado llega hasta el agua, seguro que para evitar que los toros salgan por ahí. En resumen, era imposible con el estado del terreno pasar por ese lugar hasta los restos. Para acceder a los restos de los depósitos del lado norte de la cabecera era igual, cruce de el arroyo de Vallehermoso con bastante caudal, y luego unos cien metros de sembrado húmedo a una altura por las rodillas.

Depósito romano al sur del edificio religioso funerario

Tiré de zoom y desde allí divisaba por el oeste el Ninfeo y por el sur, lo que queda del edificio religioso-funerario, que fotografié (el depósito sur no lo veía por estar más al sur y más bajo). Vuelta arroyo arriba y pensando en acercarme por el sur desde el canal. Pude filosofar en la tranquilidad de un hermoso lugar, sobre lo de que los arroyos nunca es más fieles a su cauce, que cuando buscan el hermano mayor y éste el mar y, a la vista del embarcadero de los toros, pensar que estos son fieles a su corta vida, cuando salen embarcados para su matadero dicen que artístico, en la plaza.

Otra vista del depósito romano, hacia el norte se divisa el edificio

Nuevamente el automóvil y me dirigí al aparcamiento del Centro de Visitantes del Medina Azahara, pero al llegar allí descubro que el teléfono se me había quedado en el desaparecido Puente de Vallehermoso o el camino hasta el embarque de los toros, podía estar en ambos lugares. Vuelta al Puente de Vallehermoso, y aleluya allí estaba el teléfono en el suelo. Nuevamente al Centro de Visitantes y mochila, palo, cámara al ristre y a buscar el acceso a los restos por el camino del canal.

Lado oeste del depósito romano

Decidí acercarme por el camino del canal para, o subir por la orilla derecha del arroyo, o por un camino algo más largo, más abajo, pero cuando me acercaba al punto por donde pensaba cruzarlo, en ese momento vi personal dentro de la pista de aterrizaje y decidí volver e intentar pedir permiso. Volví y esperé a que el personal que estaba en la finca saliera a la carretera. 

Lados norte y este del depósito

Los abordé, me identifiqué, y les expliqué mi intención de fotografiar los restos, y con una amabilidad fuera de lo normal, comprendieron mis intenciones y, como no era hora (ya eran las dos de la tarde) quedamos emplazados para las primeras horas de la mañana al día siguiente. Al día siguiente no estaban, pero estaba el candado abierto y abrí la valla, la volví cerrar y entré. 

Restos del edificio religioso funerario desde el arroyo de Vallehermoso

Entrada sin permiso en una propiedad me parece que es la figura delictiva, pero había que arriesgar. No hubo violencia para entrar porque estaba abierto el candado. Que quede meridianamente claro que los trabajadores no me habían autorizado a nada. Entré y en los veinte minutos aproximadamente que estuve dentro no vino nadie y pude fotografiar tranquilamente -bueno lo de tranquilamente es un decir-, los lugares que me interesaban.

Ábside sur del muro

Emociona cuando llegas a un lugar que estimas tiene casi dos mil años, su datación puede ser de siglo IV, aunque el depósito puede ser anterior. La sensación es que esos lugares serían paradisíacos en los comienzos de la era cristiana es especial. Si ahora prácticamente lo eran, en aquellos tiempos el horizonte sería distinto, no lo rompería por el este el mazacote de las famosas naves de la antigua central lechera. Ni todas las parcelaciones ilegales que tapizan las laderas de la sierra y la propia terraza donde estaba.

Ábside norte

Un enorme depósito, además con agua, recordatorio de las lluvias, fue el primer resto al que me acerqué, rectangular con orientación a los cuatro puntos cardinales. En algunos muros todavía con el estucado impermeabilizante. En las fotografías puede verse y mucho mejor en el vídeo. Vuelta al mismo para buscar los diferentes encuadres y ahora el acercamiento dirección norte a los restos del edificio religioso funerario, del que quedan dos enormes muros el norte y el sur.

Muro sur desde el muro norte

Ahora para los datos científicos echo mano de la publicación "EL POBLAMIENTO DEL AGER CORDUBENSIS Y LAS NECRÓPOLIS RURALES" de  Dª. Mª Del Carmen Rodríguez Sánchez, publicado en Anales de la Arqueología Cordobesa, Núm. 17 (2006), dentro del Convenio UCO-GMU.

Muro norte del edificio

"3. San Jerónimo. El tercer recinto de especial interés se localiza en el centro metalúrgico de San Jerónimo, a unos 1300 m. al sudeste de Madinat al-Zahra. Dicho asentamiento consta de un lavadero y fundición de mineral, con tres depósito hidráulicos de opus caementicium y recubiertos al interior de signinum (1). Al pie del cerro y en su lado O., junto a la pista de aterrizaje de avionetas allí existente, se encuentra un pequeño edificio religioso-funerario relacionado con el yacimiento, una construcción de forma rectangular de 8 x 7 m., que conserva los lados N. y S. con un alzado de unos 1,60 m. con dos pequeños ábsides en los lados mayores. La técnica edilicia empleada es un opus vitatum mixtum con verdugadas de ladrillos separadas unos 0,20 m. En algunos de ellos aparece la inscripción VIVAS IN DEO (CIL II2/7, 727a) lo que lleva a fecharse esta obra en el siglo IV d.C. (Ventura-Bermúdez, 1990, yacimiento nº 8; Bermúdez, 1993, 266; Ventura, 1993a, 87-89; Stylow et alii, 1995, 164; García Romero, 2022, 151)"

"(1) El primer depósito mide 7,50 x 5,70 m. con dos contrafuertes en el lado S. y cuatro en el O., separados 1,60 m. y de 0,50 de ancho, mientras que el segundo presenta las mismas dimensiones y aparejo que la anterior, con cuatro contrafuertes en el lado O. Del último, sólo se conserva el muro E. muy dañado de una altura de 0,80 m."

Grosor del muro norte

En el trabajo de José García Romero de la UCO, "LAS CISTERNAS METALÚRGICAS DE LA CÓRDOBA ROMANA", se cita en un apartado otro de Ventura y Rodríguez, que público porque puede prestarse a dudas con lo que pensemos y que luego trataré de reseñar.

"Laderas Bajas de San Jerónimo: (VENTURA, 1993: 89; BERMUDEZ, 1993: 265, n. 9.- 

UG364954, en el mapa 1150.000, nº 922, pertenece al término de Córdoba y se encuadra en el ámbito de Corduba. Está situado en un pequeño cerro de forma redonda al Este del cercado de las Laderas Bajas de San Jerónimo y a pocos metros al Norte del Canal del Guadalmellato. En la parte superior de esta pequeña meseta y en su vertiente Norte se encuentran numerosísimos restos de material de construcción (tegulae, ladrillos y sillares) reconociéndose el trazado de algunos muros. 

Depósito norte de la cabecera de la pista

El material cerámico de éste yacimiento presenta un arco temporal bastante amplio desde el s. I d. C. hasta el s. IV d. C. En el cerro inmediato al Norte se encuentran tres depósitos de opus caementicium, recubiertos en su interior con signinum (dimensiones: 7'50 m. x 5'70 m., con dos contrafuertes en el lado sur y cuatro en el oeste, separados 1'60 m., con 50 cm. de anchura y 60 cm. de anchura de muro), pertenecientes a la infraestructura de la villa. Al pie del cerro y en su lado Oeste, junto a la pista de aterrizaje de avionetas allí existente, se encuentra una estructura relacionada con el yacimiento. 

Plano de situación de los restos

Se trata de una construcción de forma rectangular, de 7 m. de ancho y unos 8 m. de largo, una superficie total de 56 m*. Conserva los lados Norte y Sur, con un alzado de 1'50 m., con dos pequeños ábsides en sus lados mayores. La técnica edilicia empleada es un opus vitatum mixtum con verdugadas de ladrillo separadas unos 20 cm. En algunos de sus ladrillos aparece la inscripción VIVAS IN DEO. Grupo de investigación P.A.I. HUM 236| http://www.arqueocordoba.com/publ/anales.htm"

Entrada de la pista desde la carretera de San Jerónimo

Bueno en la primera reseña, al titulada 3.-San Jerónimo, se nos habla solamente del edificio llamado religioso-funerario y se obvia el depósito unos metros al sur. En la llamada Laderas Bajas de San Jerónimo, nos citan tres depósitos en "el cerro inmediato al norte", que pudieran ser los que se han llamado "Ninfeo de Vallehermoso", que en una tabla de la publicación titulan "Laderas Bajas de San Jerónimo D 56 m2; y Laderas Bajas de San Jerónimo A, B, C 42'75 m2". 

Túnel del arroyo que salva la pista de aterrizaje


En una palabra, los tres parece los catalogan de igual tamaño A,B,C y el D mayor. Pero por las medidas ninguno de los depósitos citados es el que hay al sur del edificio religioso-funerario, que si mide 56 m2 de superficie al tener su rectángulo 8 x 7 m. Mientras el depósito tiene más de diez metros de lado. Incógnitas a descifrar. Sifones, fuentes o ninfeos, lavaderos de mineral, de un complejo minero, etc. etc. tenemos para todos los gustos. Tampoco se cita otro que existe de similar tamaño al norte de la cabecera de la pista, obviando la alberca islámica, entre los del Ninfeo y los reflejados en esta entrada. 

Un pilar


 




Fotografías y vídeos del autor

Bibliografía la reseñada.

2 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, Amigos. Paco, muchísimas gracias por acercarnos a este patrimonio victima de cientos de años de expolio. La descripción de las construcciones seria la envidia de Vitruvio.
Este artículo tiene un valor extra por tu esfuerzo, que deja al de Odiseo a la altura del betún, porque él era joven y tú ya tienes una edad… Paco, te agradezco tus esfuerzos por ilustrarnos, pero recuerda que: Mentes jóvenes, rompen cuerpos viejos. Un abrazo.
P/S: Para los enfriamientos hay que aplicar la técnica del doctor Marañón. Te tumbas en la cama y te pones el sombreo en los pies. En la mano una botella de Coñac, y trago va y trago vienes, y cuando no veas el sombrero, ya estás curado. O el más castizo:”Al catarro, con el jarro”

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi, la realidad no es la construcción es lo que tu llamas cientos de años e expolio, algunas veces justificado, todas las civilizaciones lo han hecho (las tejas de los derribos, las piedras , la propia mezquita de sus primeros tiempos está hecha con columnas de todo tipo, de palacios romanos, visigodos etc. La segunda parte fue más manufacturada, parece que de la cantera del Rodadero de los Lobos, pero no porque Almanzor fuese más "formal" sino porque no había donde expoliar ya. La pena es que ahora hay leyes, y son papel mojado y mucho más pena es que los poderes públicos no se preocupen del patrimonio, y no vean más allá de un puñado de votos. Estoy pensando en Ategua como lo que no debe hacerse, y en Torreparedones como lo que puede hacerse. Pero en ambos casos son apuestas políticas.
Yo diría que arroyos caudalosos son los que rompen cuerpos viejos, el Dr. Marañón, personaje con un gran ojo clínico. Mi madre me daba una aspirina, una copa de coñac dentro de un vaso de leche hirviendo, y me acordaré siempre como el sudor te quitaba el catarro, y además cuando me pintaban ventanas de yodo en los costados aclaraba el catarro también, o el papel de estraza con aceite y ceniza, o bueno había que sumar que te compraban 50 grs. de jamón y un plátano. Pero a estas alturas si te sube la tensión más allá de los valores normales controlados es más grave que las molestias del catarro. Cuando el barco hace agua no hay calafateador que lo evite.
Un fuerte abrazo compañero.