lunes, 9 de junio de 2014

LA TORRE DE LAS PALOMAS

Torre de las Palomas cara este

El domingo estuve de perol en una finca de la zona de Torrehoria, y satisfice gracias a Pepe, el propietario de la propiedad, el poder visitar lo que queda de la Torre llamada de las Palomas. Celebrábamos el cumpleaños de Paco, otro buen amigo. He estado esta mañana visitando el Archivo Municipal, donde no había nada de información, a pesar de la amabilidad y profesionalidad de su personal. 

Desde la distancia en la carretera

Luego el Archivo Provincial en la calle Pompeyos, en el que fui atendido por Rafa y tampoco. Hay que decir que, previamente había consultado la Web de la Plataforma A Desalambrar que es, hoy por hoy, la más completa en lo que respecta a, primero en lo que defiende, que es la  liberación de los caminos públicos y después todo lo accesorio al territorio, cortijadas, fuentes, arroyos, etc. creo que el mantenedor es Truji, por lo que la labor es extraordinaria. 

Plano catastral

Nos dirigimos, dos Pepes -el propietario y conocedor del camino- y otro, Paco el homenajeado, Miguel y quien suscribe, a visitar lo que queda de la Torre, en los terrenos de la finca la Soledad, antes Lagar de D. Iñigo. Utilizamos el cortafuegos, a pesar de dar un rodeo, para evitar la frondosidad del monte, pero esto tenía la dificultad añadida de tener que pasar por las colmenas. Afortunadamente no estaban, y no sabemos si habían sido trasladadas a un lugar más florido, o que el mal que les afecta les había hecho mella. 

Vista de Google

Un enorme madroñal tapizaba un lateral del cortafuegos, tímido desde luego porque estaba bastante invadido. La exuberancia vegetal de la zona es extraordinaria. Todo el recorrido estaba tapizado de agujas de pino, por lo que teníamos una blanda alfombra. La temperatura de primavera. No nos encontramos con Rafael, el casero de la Soledad, yo particularmente tuve oportunidad de conocerlo cuando la Plataforma hizo el recorrido por el camino público del Lagar de D. Iñigo y no fue muy agradable que digamos, y eso que le queda muy poco para su jubilación.

Un pozo

Llegamos a la Torre, a la que en principio habíamos visto entre la maleza, dirección sur y yo había visto muchas veces al bajar desde el sendero de las Niñas, a la de las Siete Esquinas, en dirección norte, y muchas más veces en Google y los mapas. Bien, hoy ya estábamos allí, y diligentemente por la puerta principal que está semienterrada, pasé al interior. Su deterioro es notable y la naturaleza la dejará pronto en nada. 

Las colmenas que no estaban.

Quedan en los rincones restos de la bóveda, pero sólo en los dos de su cara oeste. Si la estructura es la misma que la del Beato, la parte superior está totalmente desaparecida. Pero es llamativo que no estén los restos en el suelo, que debería estar colapsado más de lo que está por tener que contener el derrumbe de la planta alta. A pesar de eso los muros aún resisten y podemos observar los restos del arranque de la bóveda, y el arco de la puerta este. 

En las cercanías la frondosidad es mayor

Luego a manipular en Google Earth y los planos del Catastro, para comparar distancias y teorizar al respecto. Tenemos en un corto espacio del territorio unas cuantas torres. Torre de las Siete Esquinas, Torre del Beato, la del Lagar de San Llorente, luego los toponímicos de Torrehoria y la que nos ocupa. En otro lugar leí de que se construyeron para evitar que reconstruyeran los monasterios de la sierra. No creo que nadie haga una torre para controlar a unos albañiles. Y mucho menos que estos se atrevieran a discutir la autoridad del califa.

La torre o lo que queda de ella

Pasada Alcolea camino de Villafranca esta lo que queda del castillo de Kant-Hisn, una fortaleza de finales del siglo XI, y posiblemente su construcción correspondería a la problemática de los ataques cristianos de la conquista y a las necesidades de estar alerta. Estas mismas razones pueden ser la proliferación de las torres vigías, que en el área de nuestra sierra las hemos citado: Torre del Beato, Torre de las Siete Esquinas, Torre del Lagar de San Llorente, o la que nos ocupa de las Palomas.

Interior de la torre

Es curioso que el plano del Catastro, en el lugar de ubicación de esta de las Palomas, sita un aljibe y unos metros dirección norte pone torre. Ignoro si el nombre con el que conocemos lo que queda de esta torre es el suyo, porque no he podido confirmarlo. Antonio Martínez Castro, en su libro "Inventario de fortificaciones del medio rural. Norte de Córdoba. Volumen I. Ficha 11, Torre de Las Palomas, 2005." dice refiriéndose a esta:

Un rincón de ella

"Descripción
Esta fortificación se sitúa en un cerro correspondiente a las primeras estribaciones de la Sierra de Córdoba, a más de 500 metros de altura sobre el nivel del mar y en perfecto enlace óptico con otras torres similares, como la Torre del Beato y la Torre de las Siete Esquinas. Se trata de un tipo de fortificación de construcción similar a la Torre del Beato, esto es, a base de mampuestos irregulares trabados con cemento de cal y arena roja de la zona, aunque también se aprecia arena blanca. Asimismo, en la obra se observa la presencia de trozos de cerámica y ladrillos embutidos en la fábrica de los muros. Se conserva en aproximadamente unos 5 metros de altura, habiéndose desmochado toda la parte restante, es decir, casi la mitad de la fortificación. 

La oquedad al norte

Sus muros miden 3,85 por 3,90 metros de longitud al exterior, lo que da una planta prácticamente cuadrada. En el ángulo Suroeste del interior se observa el arranque de una bóveda sobre pechina correspondiente a la techumbre de la planta baja y, por tanto, suelo de la primera. Posee cinco vanos; en la cara sur lleva dos, uno en la norte y dos en la este. En la cara sur el vano de entrada al recinto es un arco de medio punto con dovelas de piedra, mientras que en la cara norte es una puerta con dintel de piedra caliza."

La puerta desde el interior

El autor dice que se ha desmochado la parte alta, por lo que es de suponer que se han utilizado esos materiales para otra cosa. La Puerta de la cara sur es la que utilizamos para entrar, porque la norte es un pequeño agujero a ras del suelo. Eso sí todo totalmente ocupado por la maleza. La zarza, el lentisco  y sobre todo el madroño son los dueños, sin olvidar al pino piñonero que es el que tapiza con sus agujas el camino.

Rincón de la bóveda

En la fotografía de Google, he señalado, salvo error u omisión, las distintas torres de observación del sector, para que nos podamos hacer una idea de la cantidad y cercanía entre ellas. Miguel se subió al muro y él podría decir si la visual con la de las Siete Esquinas es cierta, cuestión que a mí me ofrece dudas, claro sin tener en cuenta que tanto una como otra están desmochadas, como el Sr. Martínez Castro dice en su texto.

Otro rincón el sureste y la puerta

D. Teodomiro refiere un suceso curioso ocurrido en el Lagar de San Llorente, a principio del siglo XIX, que cito por lo curioso, aunque venir del lagar de San Llorente a Córdoba, en plena noche el padre y el hijo a dar parte, andando o a caballo, se va un buen rato y si luego tenía que subir la "autoridad competente... " seguro que ya sería el día siguiente por la mañana.

El deterioro de los muros es evidente

"Estando una noche solos el dueño del lagar y su hijo mayor de veinte años llegaron dos ladrones, que desde luego se entraron pidiendo todo cuanto se les antojaba, hasta que viendo que nada se les negaba, se sentaron y tomando asiento a la lumbre dispusieron que les diesen de cenar. En el acto se puso al fuego una gran sartén llena de aceite, que el hijo tenía por el mango mientras el padre había de ir a la bodega a buscar un bacalao; mas no fiándose los bandidos de dejarlo salir solo de la cocina marcho uno con él sin abandonar su escopeta. 

Desde arriba se divisa el valle

El lagarero, que era pequeño de estatura, soltó la luz y metió los brazos en una tinaja muy grande para sacar el bacalao, retirándose renegando de lo cortos que eran sus brazos: entonces su acompañante soltó la escopeta y le dijo que él lo alcanzaría, y cuando estaba en la operación, fingiendo sujetarle de los pies para que no se cayera, lo arrojó de pronto a lo hondo de la tinaja, dando, una voz de aviso a su hijo, que, entendiendo la señal, le tiró al rostro, al que con él estaba, el aceite hiriendo que contenía la sartén, dejándolo caer de espaldas. Hecho esto, ambos salieron corriendo y vinieron a Córdoba a dar parte, yendo enseguida la autoridad competente, que encontró muerto al del aceite y al otro dentro de la tinaja con un brazo roto y una gran herida en la cabeza."



Fotografías y vídeo del autor, Google y Catastro
Bibliografía de Martínez Castro y Plataforma A Desalambrar

4 comentarios :

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, excelente trabajo. Muy gracioso el relato de Ramírez de Arellano.
Las torres de vigilancia así como el sistema de correos del califato siempre me han llamado la atención. Dicen que la noticia de la Batalla de Calatañazor llegó a Córdoba 12 horas después de haberse producido. Bueno, no habría llegado nunca, porque lo de la batalla es mentira. Es posible que la noticia a la que se refieren fuese la muerte de Almanzor.
Así era más o menos: El servicio de Correos, a cuyo frente se hallaba en la época califal un sahib al-burud o “superintendente”. Este servicio utilizaba mulas para el transporte de la correspondencia, negros sudaneses cotizados por su velocidad y resistencia física, palomas mensajeras para las noticias urgentes y un sistema de señales luminosas y de humo para comunicar entre sí las distintas torres de vigía. Sigue enseñándonos cosas. ¡¿Vale?!

juanjgarciaolmedo dijo...

Paco, tantas torres juntas me sugieren más una motivación de control económico que estratégico, no se, control de explotación ganadera, minera, o de otros recursos.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Patxi, yo diría que aprendiendo también, lo mejor del blog son los comentarios, porque no sabía lo del servicio de correos árabe, si lo del invento Calatañazor. También aquí implantaron el telégrafo óptico, en el XIX, con una serie de torres (cada dos leguas) desde Madrid a San Fernando (una de las líneas) que, para no perder la costumbre de la incompetencia española, cuando empezó a funcionar lo abandonaron por la entrada en funcionamiento del eléctrico. http://notascordobesas.blogspot.com.es/2010/05/torre-de-la-junca-villafranca-de.html http://notascordobesas.blogspot.com.es/2010/05/la-torre-optica-de-chancillarejo.html Un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Juan, es posible, la realidad es que no está muy clara del todo su función. La estratégica no tiene duda en tiempos complejos, como eran los del declive de los árabes y el empuje de los castellanos. Muchas gracias. Un saludo