miércoles, 1 de octubre de 2014

CORTIJO MESA DE LA MARQUESA

Aérea de Google vista desde el sur

Otro hermoso cortijo de solera de la sierra de Córdoba, en la mesa geológica del mismo nombre, en la planicie relativa, de similar cota formada entre los arroyos de los Pradillos o Adelfas en otras nomenclaturas, y el de Pedroche. La ruina ha llegado también a este cortijo, aunque los edificios principales están aún en pie, no sabemos por cuanto tiempo, los que se construyeron alrededor para la explotación ganadera o avícola, están desmontados.

Topográfico de 1893

He visitado este cortijo varias veces, tres concretamente, dos de ellas con unos compañeros y otra solo. He de reconocer que los canes fijos discontinuos hacen bien su labor. No me imagino al mastín suelto. Ni a mí delante de él desde luego. El terreno que lo circunda es  principalmente olivar, porque las características del mismo están claras. evidentemente también ganado, como lo puede atestiguar el abrevadero y fuente de la cornisa del Pedroches.

Aérea de Bing de acceso

Lo cierto es que, lo que más impresiona, es la alberca tallada en la roca, en el patio principal del cortijo. Tiene una orientación norte sur, de unos diez metros de larga por seis en su lugar más ancho. Está escalonada, y hay que imaginárselo en función de la excavación. En su rincón sureste tiene una profundidad de más de dos metros, la midió Paco Gamero con un tubo, mientras que por el resto apenas llega a los treinta centímetros. Hay que señalar que no está llena del todo, y para las ocasiones que lo esté tiene un aliviadero en su cara oeste.

Entrada al cortijo

El nombre de La Mesa es un genérico de la zona. Trece Pies, una cortijada más al norte, se denomina en algunos escritos Trece Pies de la Mesa, y en realidad, y ya lo he comentado en otras ocasiones el suelo marino que configura todo el escalón del Guadalquivir, cuando se levantó, se encargaron los arroyos de modelar y separar las distintas planicies. Algunas vertientes son un hervidero de fósiles, conchas erizos, etc. Se conoce que el agua se encarga de soltarlos de su asidero de millones de años y luego los hace rodar por las empinadas pendientes.

Patio a la derecha cuerpo principal

La vista desde el cortijo es, como la que se puede disfrutar desde esas terrazas, mirando al sur; un valle del Guadalquivir majestuoso, una fértil campiña que está siendo explotada por los terratenientes desde hace dos mil años, y si nos volvemos al norte el escalón superior de la serranía cordobesa, y la ciudad en el lugar adecuado, desde que los romanos lo eligieron. Y casi siempre, por no quitar el casi, Torreárboles, muy escondido debes estar para no verlo, es el sky line norteño. 

Cuerpo principal

Estas cortijadas están resistiendo por los arrendatarios, que las tienen ocupadas para cuestiones de cacerías, estoy pensando en San Diego, con un coro perruno constante, Palomera Baja con caballos, las planicies de la Palomera con caballos también etc. etc. El resto los propietarios mantienen un guarda y tienen el cortijo para disfrutarlo unos días al año. La explotación si la tiene, de olivos, algarrobas, encinar o piñas, en alguno que conozco está alquilada y la recoge un tercero.

Fachada sur

Por lo demás el tiempo, que nunca perdona, ira derribando las zonas más débiles y al final cuatro muros en su base quedarán de testigos. Yo no soy muy creyente de lo esotérico, pero en el ambiente existe en ocasiones la presencia de los habitantes que sufrieron vivir allí. Decía un artículo que leí de pequeño, que las conversaciones del pasado de las personas, quedaban en el espacio amortiguándose poco a poco, y que con el instrumento adecuado podríamos escucharlas. Puede parecer ciencia ficción desde luego, pero todas las emisiones de radio están en el éter a la vez y somos capaces de seleccionar la que queremos, por qué no las emisiones de los seres humanos. 

Orza, veremos cuanto dura entera
¿Dónde voy a parar? pues a poder trasladarte al pasado y conocer de primera mano lo que sucedía en un momento dado allí. Y ya puesto a pedir habría que poner vídeo también. Sería maravilloso poder hacerlo. Conocer lo primitivo de las distintas generaciones y el porqué de algunas construcciones. Desde luego para valorar lo penoso y dificultoso que sería vivir en esas circunstancias, sobre todo para los niños. La primera sin luz eléctrica, que a pesar de lo que nos roban con ella, para pagar servicios prestados de dirigentes venidos a menos, es imprescindible. 

Alberca tallada en la roca (antigua cantera)

El complejo tiene una orza en la calle, adosada a la pared de lo que parece la construcción principal que, esperemos no siga el camino de otra que había en el patio de Orive Bajo, a un desalmado le molestaba y la rompió. La visita a estos sitios debe ser eso solo de vista, no se debe tocar nada, para no modificar el futuro, porque en el momento que algo se modifique, para la próxima visita futura no será lo mismo. El cortijo está en el borde de la cornisa sobre el arroyo de Pedroche, cuya ladera excesivamente pendiente, está plagada de miles de fósiles. Tiene una curiosidad unas pisadas de un animal, parece que prehistórico, fosilizadas, pero desconocemos el lugar exacto.

Construcciones modernas derruidas

Un extenso y cuidado olivar lo abraza por el norte. Por el sur el puente de Hierro del ferrocarril. Por el oeste los arroyos de Pedroche y la cantera del puente y por el este un paso a nivel de acceso y el cortijo, más moderno de San Diego, su original laguna de cantera y humedal de quita y pon. Y todos ellos en la roca sedimentaria del suelo de la mesa. La que estaba en el fondo del mar de Tetis, del que solo quedan las marismas del Guadalquivir, de las que nos ha dejado sus fósiles y ondulitas del los fondos arenosos. Y el cortijo, los cortijos, fantasmas de un pasado rural cercano, que desaparece a paso agigantados.

Mastín fijo discontinuo que espera lo hagan plantilla (Ojo no es de fiar pues puede salir de ahí)

Una cuestión previa, es una propiedad privada, para entrar se debe tener la autorización de la propiedad, y si no se tiene, debemos ser meros espectadores, y ojo, cuidado con los fijos discontinuos que están haciendo patria y si alguno se sale de su habitáculo no se que pensar.

Chumbera sembrada en un bidón

Agradecimiento a Antonio López que nos facilitó la entrada

Fotos del autor Google y Bing
Bibliografía personal.

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