martes, 14 de abril de 2015

LA VIÑUELA ALTA

Track del recorrido de acceso

En el paseo del domingo ya había situado el lugar que había que visitar. He de reconocer que de alguna manera, mi amigo Canario me ha forzado a buscar este cortijo. Las ruinas del cortijo de la Viñuela Alta, situado entre San Pablo hacia el oeste, el Toconar hacía el norte, y Viñuela Baja hacia el suroeste, en un "altiplano" hermoso, adehesado de encinas, y con restos de olivar. En  suma una mesa en la cota de los 300 m.s.n.m.. Una atalaya sobre la ciudad, con el arroyo de la Palomera corriendo por una cañada en su lado oeste, habiéndosele unido ya el de Fray Luis, que trae las aguas de  Cabriñana.

Un muro

Si miramos al curso del arroyo, desde allí, se divisa el caserío de San Pablo, que es significativo por la centenaria araucaria que lo preside. Los variados tonos de verde, salpicados del blanco de la flor de la jara pringosa, que es reina de esas latitudes, y algo más modesta la blanca, con sus flores fucsias. Los amarillos brillantes de la flor de la aulaga que está exultante. Botones dorados tapizan los tímidos prados, y algún ombligo de Venus en las rocas.

Vuelo de 1977

El lentisco exige su cuota de presencia, y toda suerte de arbustos que, lamento no poder enumerar por mi torpeza botánica. Y los trinos, fruto de un aumento de la testosterona de los pájaros (no sé si es esa hormona la que hace que sus sonido vuelva locas a las hembras), rompen esa otra música que es el silencio. Luego están los sonidos del horizonte, ladridos y algunos balidos, porque cercano está el redil de un gran rebaño de cabras, precisamente entre Viñuela Alta y Toconar, o mejor dicho en Viñuela Alta.

Catastral actual

Las ruinas de Viñuela Alta denotan la importancia que tuvo que tener en su día. Recia construcción de muros de medio metro de mampuesto. Un patio rodeado de habitaciones por tres de sus lados, el sur, este y norte. Todo derruido sobre si, y las piedras esparcidas por los alrededores. Las poderosas higueras se enquistan en sus muros, o lo que queda de ellos. Encinas y hasta un pequeño fresno son huéspedes de los restos pétreos. El matorral que es espeso, impide entrar en sus habitaciones.

Grosor del muro

Hacia el norte a unos setenta metros, existen otros restos de una casa rectangular, bastante más pequeña que la mencionada, que también está ocupada por la vegetación. Entre ambas un adehesado terreno de encinas y acebuches. Lo cierto es que es un lugar hermoso a pesar de su deterioro. Con algo de dificultad, por el miedo y la prudencia, entré en el patio, temiendo siempre el agujero del pozo sin proteger. Una perdiz levantó el vuelo con mi presencia y me asustó su voleteo.

Otra vista de las ruinas

He entrado por la pista que baja al arroyo de la Palomera, en los terrenos de la Viñuela Baja, desde la carretera carril cercado, y además reforzado con un montón de tierra, antes de llegar a la primera cruz del camino de Santo Domingo. Paso por debajo de la alambrada, que es puerta de salida de los rebaños de cabras, y bajada para después de subir el lado contrario coger la pista de la izquierda que también sube. Unos cuantos metros a la izquierda, dos caminos, cogí el de la izquierda, por aquello de las tendencias naturales, aunque ambos van al mismo sitio.

Muro y piedras esparcidas

Zizagea y nos lleva a "altiplano". Un llano adehesado, salpicado de encinas y olivar. La cerca de redil de las cabras y, seguramente, el límite de la propiedad. Las ruinas -ya lo he dicho-, son de una robusta construcción, por el grosor de sus muros de piedra, muchas de las cuales están esparcidas por el lugar de la pena. La vegetación se ha adueñado con el tiempo de los restos. A groso modo medí la casa; una fachada este de unos 19 m., la sur de 24 m. la norte tiene 21 m. porque hace escalón, y la oeste dos tramos de 11 y 8 m. por el rincón. Todo ello aproximadamente. 

Patio rincón noroeste

Dentro un patio de unos 17 x 15 m. Es difícil precisar la configuración original porque por la destrucción y no hay signos de ventanas y puertas. Si parece que tenía habitaciones en los lados este, sur y medio oeste. La vegetación hace muy difícil acercarse a algunos muros, sin embargo otros están expeditos. A unos setenta metros al norte, la construcción citada de unos 6 x 6 m. de la misma técnica constructiva, piedra y mampuesto. No observé signos de pozo, que no quiere decir que no lo haya.

Un paño del muro exterior del patio

En los planos de 1872, 1896 y 1939, publicados en la entrada del Toconar, Viñuela Alta figura como casa en uso y sin embargo Toconar como ruinas. Luego en los planos recientes desaparece. Salvo error u omisión es la parcela catastral "14900A08000008" de 52.194 m2. que linda por arriba con San Pablo, Toconar, Velascos, Viñuela Baja, y Palomera, siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Lo de menos son los datos, lo importante es un lugar que se llamó Viñuela Alta y del que quedan solo las piedras que los formaron.

Esquina de la casilla

El acceso se puede hacer desde Santo Domingo, o desde el sendero del mirador de San José. La referencia el gran pino de donde parte el senderillo de bajada al pinar, o de subida. A partir del pino se sigue la pista hacia el oeste y la cerca nos lleva a las ruinas. Yo entré por Viñuela Baja con el riesgo de que es una propiedad privada y está prohibido el paso, aunque el encargado no es como el de la Soledad, que parece eventual. Claro todos los caminos van a Roma. 

Las cabras salen del redil

Ese día hablé con los pastores. Buena gente. E incluso colaboré para evitar que se salieran las cabras a la carretera. Iban camino del Jardinito, la finca del notario Flores de Quiñones (no sé si aún lo será), y del asesinato de Cintas Verdes, para subir por los Morales buscando después los pastos de Pino Gordo. Los aledaños de ese sector al este de la carretera de Santo Domingo, tienen en ruinas: Viñuela Alta, Los Velascos, Valero o de las putas, Palomera Baja, el Molino, y un poco más abajo y lejos, Mesa de la Marquesa, Orive Bajo, Barrionuevo y algunos apriscos ganaderos. Una gran ruina de las cortijadas históricas de nuestra ciudad.



Fotografías y vídeo del autor, Bing y Goolzoom

4 comentarios :

Canario dijo...

Paco, me alegro de "haberte provocado", pero es que tu das mucho juego, enseguida te "picas" y "entras al trapo", de lo cual nos alegramos todos los que seguimos este blog, porque aqui aprendemos mucho de tus dotes de observación.

Mira que he pasado veces a tan pocos metros (para bajar por el SL que marcas dentro del bosque de pinos, siguiendo la Vereda de Santo Domingo) y nunca he visto esas potentes ruinas, tomo nota para visitarlas en la primera ocasión que pasemos por allí, así como también el Arca de Agua de Viñuela Baja, que ese muro si recuerdo haberlo visto muchas veces desde la carretera, pensando que era el muro exterior de la Viñuela Baja.

Aunque no me consta sino por referencias de un vecino, habitual senderista por esa zona casi a diario, ten cuidado porque en los alrededores del rebaño que mencionas parece que los últimos meses andaba un gigantesco mastín blanco, que no era del pastor ni de las propiedades cercanas, y me advirtió de que es bastante agresivo, sobre todo con los perros de los senderistas que pasan por allí. Seguro que el pastor que mencionas te puede dar refeencia de si aún merodea por la zona.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Paco, yo también me alegro de las "provocaciones", son un estímulo y aprendo todos los días. El Arca de Agua no existe por lo menos todos los que la hemos buscado no la hemos encontrado. Puede que esté destruida. No sé a qué muro te refieres, si es el que está por encima del Maestre Escuela hoy he estado. También he visitado la fuente y alcubilla que, otro "provocador" y bastante entendido en la materia me ha mencionado, Manolo Trujillo. No he entrado por ir solo y miedo (yo le llamo prudencia).

En cuanto al "perro de Baskerville", lo conozco, un día se vino conmigo todo el día y no le podía echar -si es el mismo-, un enorme ejemplar pero manso, por lo menos conmigo. Me dio lástima dejarlo en la Palomera cuando me subí al coche, al que siguió durante un rato.

Un abrazo

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Paco, bonito e interesante relato. Me ha gustado volver a ver muros de oligisto, material que era muy duro de trabajar. Un abrazo. Salud y REPÚBLICA

Paco Muñoz dijo...

Gracias Patxi. Siempre aprendo y me fuerzas a leer sobre tus observaciones, y eso es bueno porque es alimenticio.
Salud y República.