lunes, 30 de noviembre de 2015

ESTACION FF.CC. DE TORRES CABRERA

Estación de FF.CC. de Torres Cabrera

Desde Córdoba, línea de Málaga por ferrocarril, dentro del término Municipal hay cuatro estaciones: Valchillón, a los 5,8 km, El Chaparral, a los 16 km, Torres Cabrera, a los 23,2 km y Fernán Núñez, 32,6 km. Aunque parezca curioso ésta última está en el término municipal de Córdoba, y a 6 km. de del poblado que fue de Duque. 

Torres Cabrera 1977

 El Chaparral 1977

Visité días atrás la de Torres Cabrera. Es una sombra de lo que fue, cuando la campiña era un hervidero de personas, cuando las faenas agrícolas empleaban una notable mano de obra, y cuando Torres Cabrera era lo más parecido a un poblado. Parece una estación semiautomática. Así que la estación de Torres Cabrera sólo está para el control de los servicios de la vía, y parece que en lugar de adaptar las estaciones de siempre, decidieron construir nuevas, aunque está está adaptada parece. 

Fachada

En 2013 suspendieron el transporte de viajeros en la línea Córdoba Bobadilla. Se quejaban de déficit anual de 647.000 euros y sólo 5.600 viajeros al año. Es posible, pero es que no la mejoraron sino todo lo contrario, por lo tanto todas estas estaciones son fantasmas. Este tren de media distancia hacía paradas en Montilla, Aguilar Puente Genil, Casariche, la Roda, y Fuente de Piedra. 

Edificio principal y andén

Está claro que por esa línea sólo pasan los mercancías, que seguro seguirán disminuyendo servicios en beneficio de la carretera, de la gasolina. Un transporte barato con una infraestructura consolidada, se va abandonando poco a poco en lugar de fomentarlo. Un amigo experto me ha comunicado que la estación de contenedores de Algeciras es la más importante de España y la mayoría de estos contenedores circulan por ferrocarril.

Hacia Bobadilla

Entre la estación de Torres Cabrera y las del Chaparral, hubo el 9 de abril de 1958, a las doce de la noche un descarrilo, en el que resultaron muertos José Solís, maquinista, y Luís Frías, Jefe de máquinas. El fogonero resultó gravemente herido. En balance trágico fue, dos fallecidos, tres heridos graves y treinta leves. Era el expreso Algeciras Madrid.

Va de topes, el de Córdoba

Y el de Bobadilla

La locomotora se salió de la vía y volcó, así como el furgón y dos coches, uno de 1ª clase y otro de 3ª. Parece que el accidente fue debido a la rotura de un carril, y cayeron, volcando, por un desnivel de una curva en las cercanías del Cortijo del Lobatón, entre las dos estaciones citadas, del Chaparral y Torres Cabrera. 
La torre del depósito

Hubo de prepararse un tren de socorro para trasladar a los pasajeros, y todos los medios sanitarios se desplazaron al lugar para atender los heridos que, gracias a que había médicos en el pasaje se organizó la atención inmediata, hasta que llegaron de Córdoba ambulancias y personal sanitario, amén del técnico de Renfe.

Edificio anexo

Nosotros usamos esa línea muchas veces (en algunos sitios lo he comentado). Mi padre es de Pinos Puente Granada, y para ir allí usábamos esa línea hasta Bobadilla y hacíamos trasbordo hasta Granada. Es verdad que era una odisea todo el recorrido, parando en casi todas las estaciones, por lo menos en las más importantes. Te llevaba casi todo el día la ruta.

Otro edificio

No deja de ser nostálgico recordar esas instalaciones que tuvieron un trasiego de personas considerable. Eran desde luego tiempos del vapor, como lo atestiguan los depósitos en las estaciones para recargar. Las figuras del Jefe de Estación y la estructura arquitectónica de las instalaciones, que seguían un patrón determinado. Hasta la cantina de tantos años, del otro lado de la carretra ha dejado de existir, está abandonada, no se si tendrá que ver con el paralelismo de la estación.

La cantina de Torres Cabrera

Cantina

Poco a poco irán entrando en su ruina lógica, ya lo están algo. El tiempo, como a todo irá marcado la pauta. Las estaciones tienen en su haber tristes despedidas y agradables encuentros. Historias pequeñas pero grandes para sus actores, que seguirán almacenando entre sus muros y salas de espera, los relojes ya no marcaran la hora para nadie, hasta que el inexorable marque la última. 

La escalera de acceso

Los contrafuertes de la terraza

Fotos del autor
Bibliografía de hemerotecas, y comentarios de amigos.

domingo, 29 de noviembre de 2015

CLAUSURADAS LAS XIII JORNADAS DE ATEGUA

La Mesa por Ategua. 
La diputada provincial, Rafael Camacho, Alejandro Ibáñez, Antonio, José Clemente y José María

Se han clausurado la XIII Jornadas de Ategua. Con la hospitalidad acostumbrada y demostrada a lo largo de trece años, hemos sido recibidos. Creación de la Mesa por Ategua en el cortijo Castillejo de Teba, y visita al yacimiento. Ésta, como siempre, dirigida por Alejandro Ibáñez. Bastante público. 

José Clemente durante su intervención.

Otro momento

Esta vez se han visto algunos movimientos en el yacimiento, de poco presupuesto pero allí están: un contenedor a modo de sala multiusos, con el plano general y la fotografía del icono, la estela; y una señaléctica que era necesaria, en diversos lugares. Algo es algo. 

Personal asistente a la formación de la Mesa

 Aún no estaban todos, por razón de esa "puntualidad " española

Un día maravilloso, con los compañeros; Antonio, Camacho, Pedro, José Clemente, José María y como no ese activo cámara que es el Sr. Serrano, y seguro me dejo otros menos visibles a los que pido disculpas. Dijo en uno de los pasajes José Clemente que tenían muchas cicatrices. Yo creo que más que un torero de los que se arriman, pero aún muchas abiertas. 

Alejandro Ibáñez delante del contenedor cultural

La estela de Ategua

Parece también que se han pegado un chute de ilusión, pero sé que ellos tienen los pies en el suelo y están curtidos de muchas batallas, por lo que espero se lo tomen con la cautelas adecuadas. Ya conocemos el paño. Hay mucho vendedor de humo profesional. Ojalá mi pesimismo sea sólo eso, pesimismo y me puedan decir te equivocaste, es señal de que Ategua ganará. 

La entrada norte

Alejandro sobre la muralla sureste

Delante de primer sector excavado

Porque ya es hora. Porque se lo merecen todos. El año trece puede ser un buen presagio, pero es que han sido vendidas muchas promesas siempre. Ojalá el trece sea positivo y se puedan estudiar los casi cuatro mil años de esa historia por nuestra universidad, y Santa Cruz despegue con el yacimiento. 
 
Señaléctica del Mercado

Recuparada pavimentación del mercado

La Atapuerca cordobesa, como me dijeron hace muchos años estudiantes de arqueología en un valle perdido del pirineo oscense, y me llené de orgullo. Una secuencia de la historia desde 2.500 aC a los 1300 dC., que se dice muy pronto.

La Domus

Delante de uno de los aljibes

Casi cuatro mil años de nuestra historia, de Tartessos, Íberos, Romanos, Visigodos, Árabes y Cristianos. Todas las civilizaciones que estuvieron por aquí por Andalucía, sentaron sus reales en Ategua. Nacieron, amaron, vivieron y murieron. Escribieron su historia, nuestra historia. 

Nutrido público (aún faltaban bastantes)

 Disfrutando de la domus

Si miras al suelo seguro te encuentras un trozo de bella sigillata, de cerámica íbera, califal, una bellota de plomo de onda, o un sílex como el encontrado esta mañana. Todos los trozos disfrutados, fotografiados y dejados en su mismo sitio. Ánimo Asociación de Amigos de Ategua un año más y esperemos sea el último de la desesperanza.

 Interior de la domus romana

Las termas y la muralla árabe
Fotos del autor

SALINAS DE DUERNAS

Salinas este

Dos veces visité la semana pasada las Salinas de Duernas, primero las usadas y después las que están reformando en otro lugar. Muchas veces las he visto porque formaban parte del paisaje cuando pasabas en coche para cualquier población de esa zona o para Granada, o de joven en bicicleta, a sabiendas que después tenías la cuesta de Espejo. Eran llamativos los montones blancos de sal y el edificio patrimonial, que aún estaba algo mejor. Pero queda en la memoria el nombre y los conos blancos de sal.

Vuelo de 1956

Vuelo de 1977

Vuelo de 2013

Ahora tiene a su alrededor unas naves modernas de almacén, y todo es un inmenso palomar. Aún conserva vestigios del pasado de grandeza, e incluso una modesta iglesia con hornacina en el dintel refleja la importancia que pudo tener la casa. Hay que echar mano de la máquina del tiempo en forma de fotografías analógicas de baja calidad, eso sí, vuelo de los americanos de 1956, que a modo de wingaerdes modernos, nos permiten ver como estaba esto hace sesenta años, y si miramos los mapas también tenemos a nuestra disposición la cartografía de finales del s. XIX.

 Familia Cantador Olaya (Foto libro Salinas de Andalucía)

 Croquis de las edificaciones (Croquis de Feduchi)

En plena produccion (Foto libro Salinas de Andalucía)

Hay un excelente trabajo "Salinas de Andalucía", que recomiendo su lectura (está digitalizado en Internet), a aquellos que estén interesados en ampliar este tema de las salinas, en el que Baldomero Moreno Arroyo junto a Agustín Castro Luque nos hablan sobre las Salinas de Córdoba y del que yo entresaco la parte dedicada a Duernas. Nos detalla el valor histórico y económico, y por ende social que tuvieron estas explotaciones, normalmente familiares. Posiblemente este sea el motivo de que hace unos años se hayan cerrado el 80 % de las explotaciones, las empresas familiares difícilmente pasan de alguna generación. 

Naves y edificios

Edificio principal

Iglesia

La que nos ocupa de Duernas, parece que no abrió el año pasado (por lo menos eso nos dijo un olivarero cercano) y es de las pocas del interior que quedan activas, pero nos llamó la atención que una parte de estas la que está más al este, tuvo, la semana pasada un trasiego de camiones y hormigón bien remozando las instalaciones o ampliándolas. La Dirección General de Rentas, a mediados del siglo XIX, la consideraba una de las más productivas de Andalucía. En los años sesenta del s. XX tenía una superficie de 11,5 hectáreas y una plantilla de unos veinte trabajadores, además de arrieros, encargado y guarda. Y seguro su explotación ya la ejercieran los romanos y posteriormente los árabes.

Salinas oeste

Al fondo la balsa de regulación

 Salinas oeste, desde el oeste

La familia Cantador Olaya, fueron los salineros en la década de 1970. Si vemos las fotografías aéreas observaremos que una enorme extensión de piletas ahora no está visible, sólo las del oeste y este de la explotación. Según nos comentó un lugareño hubo una inundación de lodo que ocupó toda ella, y parece según su opinión que la inversión de limpieza era superior a los beneficios. Este sector antiguo, estaba empedrado, no como ahora que es de hormigón y las dificultades de limpieza se pueden entender. 

Balsa de regulación

 Salinas oeste al fondo el cortijo de Duernas

 Mirando al este

El arroyo del Montecillo de corto curso, que discurre paralelo a la vereda de Córdoba a Cabra, y que rodea las salinas, cruzando la actual N432, fue el culpable de la invasión de barro. Tiene un pequeño dique al lado sur de la carretera para regular el paso pero seguro que no serviría de nada. Todavía se ven los vestigios de la riada en el páramo. De todo ello fueron testigos las cimas de las cerros de la Silla del Caballo, de clara historia ibera o romana (que habría que visitar), por lo pedregales y restos hallados en ellos, que ejercen de vigilantes desde tiempos ancestrales. Nos llamó la atención la vegetación acomodada a un suelo salino. Un espacio patrimonial que no se debería perder.

Desde el pasillo, al fondo la N432

 Puente sobre el arroyo del Montecillo camino de las Huertas

 Otra vista desde el oeste
 
Del libro Salinas de Andalucía de Moreno Arroyo y Agustín Castro Luque. Ilustraciones de L. Feduchi.

"Las salinas de la provincia de Córdoba responden en su mayoría a una tipología de pequeñas superficies salineras de menos de 3 ha usadas en tiempos pasados para abastecimiento local en los pueblos, aldeas y cortijos de la mitad sur de la provincia. La sal era utilizada por los lugareños en las tareas de las matanzas, conservas de carnes, pescados y curtidos de aceitunas. Sólo en esta zona de la Córdoba meridional, al sur del Guadalquivir, se dan las condiciones geológicas adecuadas para que los materiales salinos de Edad Triásica resultantes de una muy ancestral historia geológica dominada por los mares, sean movilizados tanto por ríos y arroyos, como por acuíferos subterráneos, y finalmente conducidos a las pozas de las salinas. 

Desecando el sol

Gran balsa

Seguimos mirando al oeste

Se han catalogado en toda la provincia unas 22 salinas activas o no, aunque es indudable que un estudio de campo más exhaustivo arrojaría números superiores. La mayoría de estas salinas se encuentran actualmente muy deterioradas, semienterradas por las últimas crecidas de los arroyos a ellas asociados, y posteriormente abandonadas por su escasa rentabilidad. No obstante, en tiempos pasados fueron muy prósperas, hasta el punto de que en algunas ocasiones dieron lugar a complejos salineros de cierta envergadura; tal es el caso de las salinas de Duernas, que por su interés arquitectónico y etnológico merecen una atención especial. 

Salinas del este, a la derecha la Silla del Caballo

Salinas del este

El cielo

Estas salinas, con 11,5 ha de extensión, fueron las mayores de la provincia. Se localizan en el término municipal de Córdoba, a pie de la carretera nacional N-432 de Córdoba a Granada. Dicha localidad, por la tipología de sus construcciones, es elegida y citada por Luis Feduchi en el libro Itinerarios de Arquitectura Popular Española: «existe un conjunto de edificaciones que, situadas próximas a las salinas, constituyen un hermoso núcleo dentro del que destacan algunas dependencias por su monumentalidad. Su construcción, seguramente del siglo XVIII, es de una gran robustez. 

 Salinas del este

 Otro montículo con historia

Un rastrillo

El edificio destinado a vivienda y dependencias, incluso iglesia, se ordena alrededor de un patio, quedando exento de este conjunto el almacén de sal, gran nave de tres crujías, con una altura de aproximadamente 6 m en la zona más alta». Las salinas de Duernas continúan en el año 2003 en explotación a manos de su actual propietario. don José Cantador Olaya, hijo del que fue encargado de las salinas durante la década de 1970, nos ha facilitado la información referente al funcionamiento de las mismas, hace unas décadas, cuando aún estaban en plena producción, destacando la dura labor que suponía la continua lucha con el sol. La salmuera procede de un «pozo salinero» dotado de una galería de captación construida con sillares de piedra a un metro de profundidad. 

 Cielo nublado y sol desecándose 

 Nubes

Y más nubes

El agua vertía a una alberca desde donde era distribuida por unas «canaletas» hacia las «piletas, pilas o pozas» de 7 m de longitud por 5 m de anchura y 15 cm de profundidad. En el transcurso de cinco o seis días se producía la evaporación y la consiguiente precipitación de la sal, que posteriormente era amontonada en las «calles» empedradas. Ahí se dejaba secar durante un par de días más antes de almacenarla en una nave construida al efecto. 

 Al fondo la N432

 Castillo de Espejo en la distancia

Terrenos del este y camino

Durante los años 60 cada «pila» producía unos 400 kg de sal a la semana y su manejo y traslado se hacía en carretillas o en borricos con serones. La campaña, de junio a septiembre, se saldaba con 1.800 t de sal, que durante el invierno se envasaba en «sacas» de una «fanega» (50 kg) mediante una medida denominada «cuartilla» (2 cuartillas = 1 fanega). En tiempo de campaña trabajaban 20 obreros, más los arrieros con sus borricos, el encargado y el guarda de las salinas. El panorama en el año 2003 es bien diferente. La robustez de las edificaciones a la que aludía Feduchi no ha impedido que el paso del tiempo y el abandono las deteriore hasta el punto de que se encuentren semiderruidas." 

 Espejo

 Pepe Serrano en el dique del arroyo del Montecillo

La Silla del Caballo

Fotos del autor y libro citado
Bibliografía del libro citado