martes, 28 de febrero de 2017

THE COLLECTOR, PEPE ESPALIÚ

Pepe Espaliú

En el antiguo edificio de las oficinas de Carbonell, hoy salvado de la piqueta por el Ayuntamiento y sede de VIMCORSA, pero por su acceso de Rey Heredia 1, está el Centro de Arte Pepe Espaliú. En él un extraordinario y bien cuidado edificio, se expone The Collector, que se nutre de piezas que proceden de otras colecciones. Un claustro partido pues falta la mitad, en un precioso patio, una hermosa escalera y unas galerías acristaladas en la planta alta, también incompletas como el claustro, componen el conjunto de la exposición permanente. 

 El patio

 
Desde arriba y la Escalera

 Galería

 Ventanal

Los textos:

"Decía Walter Benjamín en el Libro de los pasajes que tanto el artista moderno como el historiador  son coleccionistas de desechos. O mejor aún, buhoneros, esos personajes que hurgan en los vertederos para separar y clasificar las partes recuperables de los desperdicios. En efecto, la modernidad está marcada por la idea de recolección, ya sea de restos recuperados del naufragio del gran arte, caso del Atlas Mnemosyne de Aby Warburg, o bien de las expresiones marginales o subalternas  de lo artístico. 

Le vol Voyeur 1987

 Carrying IV 1992

Globemaking 1988

Las colecciones de postales de Paul Éluard, de las que él mismo decía que no eran  arte sino "calderilla del arte", serían un buen ejemplo de ello. Esta imagen de recolector de lo marginal resulta familiar y confortable para el artista Pepe Espaliú  (Córdoba, 1955-1993). De él  sabemos que era un apasionado coleccionista de insignias,  libros o postales. También de  campanas o de esculturas africanas, objetos que transitan  por su obra reconvertidos en metáforas del otro, del límite y  la identidad.

 Sin Título, 1989

 Esculturas africanas

Sin Título, 1988

El Espaliú coleccionista, poético reactivador de los objetos que recolecta, protagoniza la exposición The Collector. En ella se propone un diálogo de la colección del Centro de Arte Pepe Espaliú con otras piezas clave del artista, procedentes de colecciones de Córdoba, como las de la familia González Espaliú, Fernando Espaliú, Carlos Begara y Paula Perea. Son obras emblemáticas, como las que presentó en la edición de  1990 de la Bienal de Venecia, que muestran cómo la idea de recolección adquirió una multiplicidad de sentidos en Espaliú. 

 Sin Título, 1989

 The interminable voyage 1991

Sin Título, 1991

Por un lado, aparece la idea benjaminiana del buhonero, que es explicitada a  través de su relación con la escultura tradicional africana. Una selección de su colección personal se  puede contemplar por primera vez en el Centro de Arte Pepe Espaliú, evidenciando lo que su obra  de en torno a 1987-89 expresa: que las impresiones de África, citando a su admirado Raymond  Roussel, constituyen una influencia determinante en su trabajo.

 
 The Comdemnet 1991 - Sin Título, 1990

Sin Título, 1993

Por otro lado, aparece la propia noción de obra de arte como compilación, como dualidad, como  conjunto. Desterrando cualquier concepción unitaria y singular del arte, Espaliú se distancia de todo  discurso estético que se asuma expresión afirmativa y constituyente del "yo" creador. Para Espaliú,  este "yo" es otro, según la famosa sentencia de Rimbaud. 


Carryng figura humana

 
Sin Título, 1993 - Sin Título, 1993

De manera que el arte, como expresión  de nuestra identidad y de nuestra memoria, es también una figura fracturada, partida en dos, o  directamente estallada en un vasto repertorio de imágenes, tan significativas como dispersas, que  se recomponen una y mil veces. Coleccionar es, en este sentido también, construir un nuevo y particular (des)orden.

Escultura africana

La voluntad residual. Parábolas del desenlace

Vídeo

Hablando de signos, no sabes cómo he aumentado mi colección de insignias; como te digo, en ese  sentido Inglaterra es una mina ya que no hay «equipo de bolos», club de barrio, o grupo de «defensa  de la naturaleza» sin escudo. Mis anfitriones quedan sorprendidos al observar como cada mañana  me transformo en estratega al decidir qué insignias coloco en mí chaqueta. Es como planear treguas  y batallas oponiendo según «qué» insignias en una u otra solapa. Como en esos cuentos en los que  los soldados de juguete recobran la vida mientras el niño duerme...

 El Nido

Genet I, 1988

A continous encounter, 1981
(...)
Aludiendo a las máscaras; en el British Museum, en el que por fin estuve, me sobrecogieron las salas de estatuaria de Congo, Costa de Marfil, Nigeria, etc. He comenzado algunos dibujos a partir de  eso, incidiendo en esa idea, -muy museística-, de máscara apoyada en superficie horizontal.

Sin Título, 1983 

Sin Título, 1990

Sin Título, 1990
(...)
Siguiendo con mis dibujos, los estoy realizando, desnudando a esas máscaras de toda señal identificadora o expresiva, de todo signo ritual o totémico, -como escuetas estructuras que se apoyan  en una horizontal..., muertas, dormidas. De un dibujo al siguiente el cambio sólo se opera en el armazón; avanzo de ese modo y cuando veo que ese objeto va a convertirse en algo «determinado»,  o sea en algo «africano», me detengo y doy marcha atrás. Creo que para mí los objetos realmente  logrados son aquellos frente a los cuales te quedas así, como en suspensión, aunque hayas partido  de una idea muy concreta.


La Santa Cena, 1975

Pepe Espaliú
Querido Guillermo, (extracto)  
Catálogo exposición Pepe Espaliú-Guillermo Paneque  
Galería Carles Taché, Barcelona, abril-mayo 1988

El Centro de Arte Pepe Espaliú quiere agradecer su generosa colaboración a la familia González  Espaliú, Fernando Espaliú, Carlos Begara, Paula Perea, la Galería Arte 21 y Jesús Alcaide."

Un sala

Pepe Espaliú, The Collector.
Centro de arte Pepe Espaliú (C/ Rey Heredia, 1, Córdoba)  
Horarios de apertura:
Martes a viernes, de 17:00 a 21:00 h.
Sábados, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 h.  
Domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 h.

Fotos del autor
Bibliografía de los texto de la exposición.

viernes, 24 de febrero de 2017

LOS GARZÓN: FOTÓGRAFOS DE LA ALHAMBRA Y LA MEZQUITA (ARCHIVO MUNICIPAL)

Caja con los negativos de vidrio

El día, primero empezó con la lluvia roja sahariana, luego continuó con unos necesarios chubascos en este "febrerillo el loco" que está haciendo honor a su apelativo, que dicho sea de paso ya se usa poco. Luego, cuando hablaba con la directora del Archivo, ésta me mostró su preocupación relativa al mal día que se presentaba, y que posiblemente influyera en la asistencia. Le dije que vendrían los que tengan interés por el acto, que son los precisos. Y así fue, un lleno total del salón de actos, que obligó a sacar más sillas para que el personal no se quedara en pie. 

A.J.González, José Gálvez, Ana Verdú, Emilio Aumente y Daniel Garzón

Daniel Garzón, José Gálvez, Ana Verdú,  Emilio Aumente y A.J.González


Unas copias en papel y negativo de algunas fotografías

El evento que nos ocupa, era el acto oficial de presentación de la última adquisición del Archivo Municipal de Córdoba, la colección de placas fotográficas del fotógrafo Rafael Garzón, vendida por su heredero al Ayuntamiento de Córdoba. La colección, es notablemente importante, tanto por su calidad e importancia histórica, que la convierte en una máquina del tiempo para los investigadores, o en el álbum fotográfico familiar de los cordobeses, como señaló José Gálvez de Afoco. Y no se dejen llevar por la información contradictoria de dos medios periodísticos locales, uno habla de 350 placas de vidrio y postales y otro de más de seiscientas, por lógica uno de los dos no es exacto.

Caja de los negativos en cristal

Copias en papel

Vista de la sala antes del lleno total

La realidad, como nos explicó después Antonio Jesús González fotógrafo investigador, de conocida solvencia, es de una importancia fuera de lo normal, obviando cifras. La mesa del acto estuvo presidia por la directora del Archivo Municipal de Córdoba -joya indiscutible de la corona del consistorio cordobés- Doña Ana Verdú; el Presidente de AFOCO, José Gálvez; el nieto del fotógrafo Garzón, Daniel Garzón; y el concejal de Presidencia Emilio Aumente. Luego tuvo lugar una conferencia de Antonio Jesús González, aderezada con conocidas y menos conocidas fotografías y grabados. 

Ana Verdú directora del Archivo durante su intervención

José Gálvez, presidente de AFOCO

Emilio Aumente, concejal

Abrió el acto Doña Ana Verdú con palabras de agradecimiento tanto a los presentes que estaban allí, a pesar de lo desapacible de la noche, como a los participantes, deteniéndose en la persona de Daniel Garzón. Cedió la palabra a José Gálvez de AFOCO, quien desarrolló un texto muy significativo relativo a la importancia de la fotografía en nuestras vidas. A continuación la tomó Daniel Garzón que, en una breve intervención, expuso las casualidades del feliz acontecimiento. Después se efectuó el simbólico traspaso de la propiedad, sin báculo ni ceniza esparcida por el suelo, como en otras instituciones, y finalizó el concejal con el discurso institucional. Todos muy breves.
  
Daniel Garzón nieto del fotógrafo

Acto simbólico de la entrega

Antonio Jesús González  de espectador

La guinda fue la conferencia del fotógrafo profesional Antonio Jesús González que, como se me puede ver el plumero, si trato de hacer el panegírico de la misma, en base a la amistad que le profeso, lo mejor es ver el vídeo o escuchar los audios y deleitarse con las imágenes y las explicaciones. Según dijo al principio, las imágenes expuestas no son de la colección ya que el Archivo pretende presentarlas en una exposición exclusiva de la colección que se montará dentro de unos meses. En suma, una desapacible noche en cuanto a los elementos atmosféricos, pero interesante por la satisfactoria incorporación al Archivo de la presentada colección fotográfica.

Antonio Jesús González durante su conferencia

Portada de la conferencia

La esposa de Garzón en una fotografía

Qué diferencia de esta tarde noche, de aquella aciaga y tenebrosa, de hace 36 años, en la que unos negros tricornios lorquianos, y el caqui salvador de siempre, estuvieron en un tris de teñir de rojo otra vez el país. Afortunadamente nadie de los presentes hizo mención a esto que coincidía en las fecha. Pero yo, interiormente, no pude sustraerme a ello, porque entonces trabaja en un edificio contiguo al Archivo y era consciente que por mi catalogación política no volvería a mi casa el día 24. Triste recuerdo que está ahí presente, a sabiendas de que el fantasma no ha desaparecido del todo, y el hecho, aunque no proceda en este evento, no debe olvidarse nunca. Esta democracia, aunque muy incompleta, carente de muchos principios, con tic en instituciones, presuntamente sicilianos, que ensombrecen el futuro, de momento está permitiendo mantener a raya la intransigencia.

Una fotografía del Patio de los Leones de la Alhambra

 La "Casa del Kalifa" de R. Garzón y la de Señán González

 Las mismas casa más modernas

Estos actos permiten también ver a amigos y amigas que hace tiempo no ves, como pueden ser Antonio Moreno, al que admiro mucho, experto en cinematografía, y poseedor también de otra muy interesante colección de imágenes, muchas de ellas cinematográficas. Con él tuve la satisfacción de visitar el estudio de Señán González, socio de Rafael Garzón. Lástima que el proyecto de libro de Antonio, sobre la cinematografía cordobesa, no encuentre un mecenas adecuado para poder disfrutar todos de sus conocimientos que son también historia de la ciudad. O Paco "Canario", hijo de otro fotógrafo de las islas "Fachico", íntimo de César Manrique, que junto con su esposa no fallan en casi ningún acto cultural, sin olvidar sus conocimientos del entorno de nuestra ciudad, fruto de sus correrías ciclistas. 


Audios

Fotos, vídeos (malos) y audios del autor, video de Daniel Garzón